Si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír”
George orwell
Erick Arthur Blair, o mejor conocido como George Orwell, fue un escritor y periodista extraordinario, mostró sin temor su postura antiimperialista, contra el nacismo, estalinismo y en todo momento estuvo comprometido con la justicia social.
Orwell siempre predicó lo que escribía y es que en tiempos difíciles, donde los gobiernos autoritarios buscaban censurar posturas contrarias a las suyas, no dudó en criticar al totalitarismo que comenzaba a fortalecerse en España, Alemania, Italia y la Unión Soviética.
En esos gobiernos los cuestionamientos no eran bien aceptados y aquellos que se atrevieran a contradecirlos sufrían descalificaciones y represalias.
Además, temía por la eficacia que tenían los medios de comunicación como puente para manipular y someter a las masas, atendiendo las ordenes de los gobernantes.
La cita del principio define muy bien la intolerancia hacia aquello que no se quiere oír, pues los que están en el poder amenazan la libertad de expresión y cada línea que escribía iba en contra del fascismo y a favor del socialismo democrático.

La “incómoda” obra de Orwell
Pese a que Orwell se identificaba con una perspectiva ideológica de izquierda, rechazaba la izquierda radical, como la que se implementó en la URSS.
Por lo anterior, criticó fuertemente a Stalin y el autoritarismo, prueba de ello fue Rebelión en la granja, una fábula que plasma de manera irónica a la revolución rusa.
Al ser un ataque contra la URSS, Orwell tuvo problemas en un inicio para publicar la obra. Cabe recordar que la Unión Soviética fue aliada de Reino Unido durante la segunda guerra mundial, por lo que era “grave” realizar publicaciones antisoviéticas.
Animal en la granja terminó de escribirse en 1943 y cuando el autor quiso publicarla se enfrentó al rechazo de diversos editores y llegó a ser del conocimiento del Ministerio de Información, quien censuró la obra.
Las principales amenazas para la libertad de expresión y de pensamiento no provienen de la intromisión directa del Ministerio de Información o de otro organismo oficial. Si los editores y los directores de los periódicos se esfuerzan por evitar ciertos temas no es por temor a una denuncia: es porque recelan de la opinión pública”.
La libertad de prensa, George Orwell
Hablar de manera negativa sobre la URSS era considerada por muchos intelectuales como una traición a los aliados que supuestamente forjaban “el verdadero socialismo”, pero Orwell, adelantado a ellos, logró ver el peligro que Stalin representaba.
Y calificó como ortodoxo la lealtad a toda crítica contra hacia la Unión Soviética, sentenciando que no sólo están dispuestos a aceptar la censura, sino a “falsificar con toda deliberación la Historia”.
La libertad intelectual es una tradición con raíces profundas sin la cual es difícil creer que nuestra cultura occidental podría existir. Muchos intelectuales han dado la espalda a esta tradición, al aceptar el principio de que una obra debe ser publicada o prohibida, elogiada o condenada, no por sus méritos sino según su oportunidad ideológica o política”.
La libertad de prensa, George Orwell
Pese a todo, Orwell siempre defendió la libertad de expresión sin saber que después de varias décadas, en pleno siglo XXI, la censura silencia voces en todo el mundo.
En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”
George orwell