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George Orwell y la libertad de expresión

Si la libertad significa algo será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír”

George orwell

Erick Arthur Blair, mejor conocido como George Orwell, fue un escritor y periodista extraordinario, mostró sin temor sus postura antiimperialista, habló en contra el nacismo, estalinismo y en todo momento estuvo comprometido con la justicia social.

Orwell siempre predicó lo que escribía y es que en tiempos difíciles, donde los gobiernos autoritarios buscaban censurar posturas contrarias a las suyas, él no dudó en criticar al totalitarismo que comenzaba a fortalecerse en España, Alemania, Italia y la entonces Unión Soviética.

En los gobiernos de Francisco Franco, Adolf Hitler, Benito Mussolini y Josef Stalin los cuestionamientos no eran bien aceptados y aquellos que se atrevieran a contradecirlos sufrían descalificaciones y represalias.

Orwell no sólo rechazaba la censura, sino también temía por la eficacia y el poder que tienen los medios de comunicación como puente para manipular y someter a las masas, atendiendo las ordenes de los gobernantes.

La “incómoda” obra de Orwell

George Orwell hacía fuertes críticas al fascismo que imperaba en algunas partes de Europa y escribía a favor del socialismo demócrático.

Pese a que Orwell se identificaba con una perspectiva ideológica de izquierda, rechazaba la izquierda radical, como la que se implementó en la URSS.

Por lo anterior, criticó fuertemente a Stalin y el autoritarismo, prueba de ello fue Rebelión en la granja, una fábula que plasma de manera irónica la revolución rusa.

Al ser un ataque contra la URSS, Orwell tuvo problemas en un inicio para publicar la obra. Cabe recordar que la Unión Soviética fue aliada de Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial, por lo que era “grave” realizar publicaciones antisoviéticas.

Rebelión en la granja terminó de escribirse en 1943, dos años antes de finalizar la guerra, y cuando el autor quiso publicarla se enfrentó al rechazo de diversos editores e incluso del Ministerio de Información censuró la obra.

En Rebelión en la granja criticó la corrupción, la manipulación de las masas, el abuso de poder y los privilegios de una minoría.

Hablar de manera negativa sobre la URSS era considerado por muchos intelectuales como una traición a los aliados que supuestamente forjaban “el verdadero socialismo”, pero Orwell, adelantado a ellos, logró ver el peligro que Stalin representaba.

Y calificó como ortodoxo la lealtad a toda crítica hacia la Unión Soviética, sentenciando que no sólo están dispuestos a aceptar la censura, sino a “falsificar con toda deliberación la Historia”.

La libertad intelectual es una tradición con raíces profundas sin la cual es difícil creer que nuestra cultura occidental podría existir. Muchos intelectuales han dado la espalda a esta tradición, al aceptar el principio de que una obra debe ser publicada o prohibida, elogiada o condenada, no por sus méritos sino según su oportunidad ideológica o política”.

La libertad de prensa, George Orwell

Luego de 18 meses la obra finalmente fue publicada en agosto de 1945 por la editorial Serverg & Warburg.

Pese a todo, Orwell siempre defendió la libertad de expresión sin saber que después de varias décadas, en pleno siglo XXI, la censura continúa silenciando voces en todo el mundo.

En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario”

George Orwell